Hace muchísimo que no escribo, ¿sabéis por qué? Porque me lo estoy pasando en grande 🤗.
Y no es que tenga todo el tiempo libre del mundo, ya que ahora tengo bastante menos que antes, sino que he llegado al punto de disfrutar el momento sin tener necesidad de explicarlo, simplemente sentirlo.
¿Sabéis lo que voy a extrañar de aquí? Que nadie saca su móvil mientras come. Nadie tiene su teléfono encima de la mesa. Nadie está hablando contigo mientras revisa sus redes sociales. La gente te mira a la cara cuando te habla (excepto los dependientes de las tiendas, a los que siempre busco la mirada e intento hacerles conversación porque he llegado a la conclusión de que están aburridos de sus vidas y quizá puedo sacarles una sonrisa). La gente saluda cuando entra en un restaurante y te desea buen provecho cuando se va.
Y hasta el momento, nadie me ha timado 🤷♀️. Creo que me han intentado timar más veces en España (y conseguido) que aquí 😂.
Mi rutina estaba hecha: todas mis mañanas se iban en el proyecto y en las tardes me organizaba otras cosas; lunes salía a correr al aeropuerto, martes y jueves daba clases de inglés y de baile, miércoles salía a correr, viernes siesta o venta de pasteles. Finde siempre diferente.
Pero desde que nos echaron de la pista del aeropuerto, se ha modificado todo 😆. Sí, nos echaron. Dos veces.
La primera, nos sacaron en coche de bomberos y advirtieron que estábamos violando la seguridad aeroportuaria 😱.
La segunda, nos persiguió el mismo camión de bomberos porque estábamos grabando la coreografía 💃con mis chicas (💜) y tuvimos que salir corriendo🏃♀️.
Esa sí que fue una gran anécdota. Sobretodo porque no me imaginé que, a mis 28años-casi29, tuviera que pasar por eso. Ya no tengo edad pa' correr delante la policía (como dice Melendi, el tan amado por riberalteños 😏).
Además, ahora me encargo de la dirección de la ONG (☺ agradecisíma por esta oportunidad 🙏), así que tengo mucho trabajo. Pero estoy feliz, motivada y con ganas de aprender. Es un reto y sabéis que me encantan los retos. Y aquí he venido a cumplir todos los que me pongan delante 😊.
Así que mi rutina ahora se reduce a trabajar 8h o más, dar clase de baile 2 días a la semana a mis grandes y geniales aprendices (son beginners y me encanta ver sus progresos 😍), en proceso de retomar las clases de inglés y queriendo salir a correr 2km cada dos días 💪. Vamos, que no me da la vida jajaja pero los que me conocéis bien, sabéis que ¡me encanta tener ocupada la agenda! 🤓
Me pregunto qué le pasa por la cabeza a la gente que no es feliz. Ya no me acuerdo de ninguna razón 🤔.
Echo de menos la comida. Pero valoro lo que tengo en casa (además, una voluntaria me ha traído Kinder bueno del aeropuerto de Madrid). Y eso no me hace tirarlo todo por la borda, sino al revés. Puedo estar aquí y vivir con lo que tengo. Porque cuando vuelva, lo que dejé en España, seguirá estando. En cambio, lo que me regalan hoy, ya no volverá. Así que voy a aceptar lo que venga con una sonrisa, porque esto tiene fecha de caducidad.
Vuelvo a casa por Navidad 😊.
PD - Si es que no nos comen las ratas antes (tenemos un pequeño gran problema con las ratas en casa).
PD 2 - Nos cambiamos de casa a final de mes, así que no os imagináis las ganas que tenemos 😆. Además, la nueva casa promete 😍.
PD 3 - Sabes que has mejorado en gestión emocional cuando se comen 2 de tus kinder bueno sin pedir permiso ni dar las gracias y no gritas 😂.
PD 4 - Hoy nos hemos ido de viaje, ¿sabéis a dónde? ¡A Santa Rosa! Sí, sí, a ese lugar donde nos quedamos pelados sin cajero automático 😂. Pero esta vez, con mis chicas, a un tour dentro de la selva, con lo cual algo me dice que voy a tener mucho que contaros... 😋
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