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  • Foto del escritorVictoria Eugenia Cava

Día 119

El sábado, la voluntaria que vive en Pisatahua nos invitó a ayudarla con un taller que quería hacer para los niños de la comunidad Warnes. Yo me apunté enseguida, además iba a aprender yo también porque nos iban a enseñar las diferentes semillas más típicas de aquí y cómo plantar. Estaba segura de que iba a ser súper divertido. Llegamos a la comunidad y ya había 30 niños (lo que esperábamos), pero nos faltaban un par de voluntarios imprescindibles para empezar el taller, así que ¡debíamos entretener a esos monstruitos hasta el comienzo!

Creíamos (ingenuos nosotros) que con 5 minutos de juegos sería suficiente, pero resultó que DESPUÉS DE UNA HORA, seguíamos corriendo y sudando con ellos... 😆 ¡¡¡ya no estoy pa' esas correteadas!!!


Una imagen vale más que mil palabras XD

La verdad es que me lo pasé pipa.



Yo estuve en la parte de explicar las semillas, cómo se plantaban y qué comparación metafórica tiene ese hecho con sus vidas (cuidar algo, esforzarse, tener paciencia hasta que dé su fruto). No es que yo sea jardinera profesional, no. Estaba de asistente de un voluntario que sí que era un pro en el tema. Yo me dediqué a las metáforas y a dar y recibir cariño de los niños 💜. Lo que más me sorprendió es que nos quisieran tanto. Cuando empezamos a jugar, un par de niñas se me acercaron para preguntarme mi nombre y ya no se despegaron de mi en toda la mañana. Cuando me tocaba en los juegos con otra niña, ellas se agarraban fuerte a mi mano en plan posesivo xD Y cuando me di cuenta iba caminando con 3 niñas agarrándome del brazo izquierdo y 4 en el derecho. Más amor imposible.


La mañana pasó super rápido y acabé exhausta de todo, aunque seguro que esos niños tenían energía de sobra incluso después 😆. Fue super gratificante todo el amor que dan, cómo te explican sus historias y los recuerdos que te trae su edad... ¡quién volviera a tener 9 años! Estoy super agradecida a Sara, la voluntaria que lo organizó todo, menuda valiente.

Sarita, la voluntaria que lo organizó todo

Y lo más importante es la ilusión que le ponen a el plantar una semilla en el culo de una botella de plástico y llevársela a casa para esperar a que salga una ramita...



 

Cambiando de tema, hemos descubierto un lugar encantador ☺. Se llama Arroyo de Santa Malia: se encuentra a unos km de Riberalta, carretera a Guayará, y el agua está congelada, con lo cual es perfecto para esos días de calor matador. Se debe de cruzar por un puente de madera increíblemente bien hecho pero a la vez te cagas pasando con la moto 😂.



Una tarde de risas y refrescante chapunato 😋.



También hicimos una escapada a aquella cascada escondida que hicieron privada... y fui en una moto ¡con casco! Qué alegría poder sentirse segura de nuevo 😆 bueno, un poco más segura.


Y ahora os dejo, que si no, romperé la rutina que llevamos de una semana viendo pelis... 😅 va por épocas...


 

Pd - 😢 Ya empieza septiembre y eso significa que sólo me quedan dos meses en Riberalta... 😶 ¿algún consejo/demanda?





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