Respeto y tolerancia

Sé que os gusta viajar y que todo esté en perfectas condiciones. Sé que trabajáis duro todo el año para conseguir esos 30 días de vacaciones (hay quien más, hay quien menos). Sé que esos días todo debe de salir perfecto, como lo planeado, que pasaréis por la zona llevándoos una idea del lugar y lo postearéis en TripAdvisor, en Google, en Instagram y lo expresaréis mediante el boca a boca.

Dejando de lado vuestro gran egocentrismo, os propongo que penséis por un momento en que no sois turistas de paso, sino viajeros. Viajeros que se mezclan con los locales y que se ponen en su piel para experimentar cómo se vive normalmente allí.

Vivís del turismo, amáis vuestra naturaleza como nadie, porque sabéis que es más valiosa sana que destruida. No tenéis recursos para proteger cada derecho de la flora y fauna, incluso de la sociedad. Debéis de protegerlos vosotros mismos.

Lamentablemente, vivimos en un planeta en el que se siguen las modas, en la que los influencers tienen más impacto social que las leyes. Nos estamos perdiendo a nosotros mismos y vivimos como caballos adiestrados a no mirar hacia los lados, sólo hacia donde quieren que miremos. Y yo os animo a que abráis los ojos.

Y es que el ejemplo lo damos nosotros mismos. No podemos cambiar el mundo solos. Pero sí que es posible dejar una huella positiva allá donde vayamos. Y si no dejamos huella positiva, al menos, no dejemos huella. Que lo que hayáis visto pueda ser disfrutado por vuestros hijos y por vuestros nietos. Compartidlo con el resto de la humanidad y cuidadlo para que otros puedan sentir esa emoción.

Sé y entiendo la frustración que se siente al ver que tus planes de vacaciones no son lo esperado. Que el dinero no lo compra todo. Que en tu casa habrías tenido todo lo que necesitabas.

Solo quiero decirte que allá donde vayas, también viven personas, como tú y como yo, con sueños y frustraciones, aunque a diferente nivel. Te pido que, cuando viajes, respetes sus costumbres, cuides su territorio, admires sus paisajes, toleres su mentalidad; esas personas seguramente están trabajando, como tú y como yo, esperando la llegada de sus vacaciones, y a veces ni siquiera eso; solo sobrevivir.

Y mientras el destino esté bien conservado, su puesto de trabajo seguirá existiendo, y quizá algún día pueda ir a visitar tu país, con la idealización de que la gente de allí es tan buena como lo fuiste tú.

No perdáis vuestra capacidad de ver con ojos de turista, mas sed respetuosos y tolerantes con la cultura que os ha abierto las puertas.